Escribir me resulta un acto cada vez más doloroso. Ese dolor radica en el simulacro de la levedad. Cuando escribo me libero, descargando todo peso en cada frase, en cada verso, creyendo cerrar un ciclo con cada punto final. Pero no es más que un simulacro. Porque en el mismo instante en que dejo de escribir adquiero otra carga quizá más pesada que la anterior. Un círculo vicioso en el que caben todas las contradicciones. Es el peso de la escritura, acaso su trampa para no dejarme ir. Y aunque a veces me voy, siempre regreso a ella porque escribir es un acto solitario, y cada vez me convenzo de que mi destino es estar sola, aún cuando tenga a mi lado una buena compañía.
Señoras, señores: soy aquello que tenía miedo ser. Hoy lo vi. Vi reflejado en mi espejo el pretexto de la locura. Es posible que después de ello mi función en el Gran Circo continúe, pero por ahora estoy suspendida en el filo de un abismo que yo misma creé. Inmóvil. Me siento profundamente triste. Y jamás pediré perdón por sentir esta tristeza.
Cedo la palabra a Ciorán, el único que me acompaña esta tarde.

"La tristeza y el sufrimiento nos revelan la existencia, pues ellos nos permiten ser concientes de nuestro aislamiento, provocan en nosotros una angustia en la cual se instala el sentimiento trágico de la existencia."
"El conocimiento arruina el amor: a medida que penetramos en nuestros secretos detestamos a nuestros semejantes, precisamente porque se nos asemejan. Cuando ya no se tiene más ilusiones sobre uno mismo, no se tiene tampoco sobre los demás; lo innombrable, que se intuye por introspección, se extiende, por una legítima generalización, al resto de los mortales."
"No existe destino sin el sentimiento oculto de una condena y de una maldición."
"Aunque pudiera luchar contra un ataque de depresión, ¿en nombre de qué vitalidad me ensañaría con una obsesión que me pertenece, que me precede?. Encontrándome bien, escojo el camino que me place; una vez "tocado", ya no soy yo quien decide: es mi mal. Para los obsesos no existe opción alguna: su obsesión ha elegido ya por ellos. Uno se escoge cuando dispone de virtualidades indiferentes; pero la nitidez de un mal es superior a la diversidad de caminos a elegir. Preguntarse si se es libre o no: bagatela a los ojos de un espíritu a quien arrastran las calorías de sus delirios. Para él, enzalzar la libertad es dar pruebas de una salud indecente. ¿La libertad?. Sofisma de la gente sana."
"Sufrimos: el mundo exterior comienza a existir; sufrimos demasiado: desaparece. El dolor lo suscita únicamente para desenmascarar su irrealidad."