Yupaichani mashi



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30 de junio de 2009
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Cómo quisiera alargar el tiempo como una niña malcriada jugando con un chicle en la mano. Me temo que no alcanzaré hacer todo lo que tengo pendiente antes del viaje. Al menos conseguí con la ayuda de Memo y Franklin grabar alguna música y sobretodo las palabras de introducción para lo que bailaré en San Francisco. Nos divertimos mucho, sobretodo porque cuando llegamos al estudio Memo quería que toquemos todos al mismo tiempo: bombo, ocarina, chagchas, palo de lluvia, etc.... pero el técnico dijo que lo debemos hacer uno por uno y luego se va mezclando, lo que al principio era raro para Memo al final le gustó y ya no se separaba del micrófono, jaja.
Luego fuimos al Cafecito y nos encontramos con mi querida Kathy y Byriton, luego llegó Freddy, un poeta de Latacunga que me cayó muy bien y que me encargó unos poemas suyos traducidos al inglés pa que se lo diera a Neeli. Pasamos un buen momento, lástima que no me quede mas tiempo para llevarle a Kathy a conocer la casa de Memo, sé que le encantaría.
Memo le regaló a Byron una de las carroeas de cabuya.
Memo es lo máximo, pensando en mi danza me ayudó a decorar mi tamborcito con cabuya y me entrgó varias mazorcas de maiz, penco, hojas de coca y trigo pa que me llevara al viaje. Lo cual creo que estáprohibido llevar.... pero no creo que me coja la policía.... espero. Memo también me trajo el resto de artesanías que venderé durante mi estancia afuera, porque llevo artesanías de amigos míos, cosas con mucho sentido y cariño para mí, hechas en cabuya, chaguarquero, semillas, piedras, conchas, macramé, fibra de marihuana, pintura de Tigua, etc.... seré la única poeta del Festival que no venderá sus libros sino artesanías de su tierra.