viernes, noviembre 07, 2008

Ya casi Valencia

Acabo de encontrar en el blog de la periodista Alícia Martínez, un artículo sobre mi próxima visita a Valencia. Sé del cariño con el que gente como ella, Viktor Gómez o Lucía Boscá preparan algunas cosillas durante mi paso por su ciudad. Sólo puedo decirles Yupaichani, gracias de corazón por su tiempo y generosidad. Me sentiré -estoy segura- una vez más como en casa.


Alicia, mujer, me has hecho sentir como si estuviese de gira musical (que de alguna forma lo es. Ya saben que de vez en cuando me da por cantar algún tango, pasillo o bolero en mitad de la calle de algún pueblito desconocido). Pero te digo, soy tal cual la mujer andina que has visto y leído hasta hoy. Bueno, con los pies más duros, las piernas más fuertes, unas cuantas libras más, con las ojeras más oscuras y el corazón más blanco.
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En fin, sigo viajando y la carretera cargada de sorpresas. Como adelanto puedo decir que conocí a dos personas a las que ya les tenía cariño: Lluís Pons Mora (otro de los antologados en el RESACA/Hankover)y la preciosa Inma Luna. No tenía planeado conocerlos, como la mayoría de mis historias. Y aunque ninguno de los tres vive en Huelva, es aquí donde nos hemos encontrado, a propósito del Salón del Libro Iberoamericano de esta ciudad, de la que está encargado Uberto. Lluís e Inma se unen a mi lista, sus voces ya están guardadas en la caja musical de mi cerebro y sus sonrisas las pinté en mi diario.
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Bueno, comparto el post de Alicia y me voy pa la cama, que aquí ya es muy tarde (o muy temprano en la mañana) y en pocas horas -si no se queda dormido- saldrá nuevamente el sol.
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Pronto Carla Badillo llegará a Valencia
Me acerqué a Carla Badillo y a su blog Mujer en Tierra Firme, como a tantos otros, a través del blog de Víktor Gómez. Enseguida me sedujo, me dejé llevar por sus redes, su prosa, su poesía, pero, sobre todo, por la realidad que narraba... la que está detrás de todo y de todos, pero que en su caso es intensa porque no le da tregua a la vida - ni al día ni a la noche -, está tan llena, es tan inverosímil que la he seguido como si leyera una novela, una ficción, arrastrada por el torbellino de su trama.Ahora Carla está en España - gracias a Uberto - y vendrá a Valencia y El Dorado se llenará de su aroma, su voz y su vitalidad y, como ocurrió con Uberto, nuestro pequeño local ya no será el mismo... volverá a absorber ecos que perdurarán grabados en sus paredes. Carla viene a Valencia. Sólo sé una cosa: me va a ser muy difícil pensar que es una persona real, tan intensamente he vouyerizado su vida que para mí es como una de esas heroínas de novela que admiras e intentas imitar... Le he contado a mi hija (7 años) su vida, lo que hace, lo que siente, coómo se lanza sin temor y sus ojos chispeaban de emoción cuando le di la noticia de que iba a venir a casa. Carla... Estamos deseando tenerte por aquí.
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Ahí estaré.