Si algo hay que destacar en el cine alemán es su capacidad de retratar la historia germana con sobriedad, elegancia y autocrítica. Ya lo vimos en películas como Good Bye, Lenin! de Wolfang Becker (2003) y El hundimiento de Oliver Hirschbiegel (2004), producciones que se ocupan de temas escabrosos como el abuso de poder en la Alemania "Democrática" o el fascismo en la Alemania nazi, en las que incluso el humor y la ironía juegan un papel importante, sin perder el hilo ni un solo segundo. A ellas se suma La vida de los otros (Das leben der anderen, 2006) ópera prima del jóven director y guionista Florian Henckel von Donnersmarck, con la que ganó el premio a la mejor película europea y el Oscar 2007 a mejor película en lengua extranjera, premio que 28 años antes lo conseguiría otro alemán: Volker Schlöndorff , director de El tambor de hojalata, basada en la novela homónima de Gunter Grass, en la que hace alusión a las campañas nazis de persecución racista.
Gerd Wiesler debe escribir en su informe todo lo que ocurra en casa de los artistas
1984. El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe) es un oficial extremadamente competente de la Stasi (policía secreta de la antigua RDA (República Democrática Alemana, también conocida como Alemania Oriental o Alemania Comunista), que lleva 20 años en ejercicio de su profesión, al cual le encomiendan que espíe a una pareja formada por el escritor Georg Dreyman (Sebastian Koch) y su esposa, la actriz de teatro, Christa-María Sieland (Martina Gedenk), sin saber de qué manera la vida de ellos influiría en la suya.
Es inevitable no recordar el libro 1984, de George Orwell, en el que se describe a una sociedad totalmente vigilada y controlada por el Gran Hermano, en la que no se admiten más verdades que las del Partido o la película de Coppola, La Conversación (1974), que hace alusión al caso Water Gate en el gobierno de Nixon.
Georg y dos amigos escritores con los que busca la forma de publicar su libro sobre los suicidios durante el régimen totalitario.
Brecht, Beethoven y Lenin
Georg y su amigo, el escritor censurado Jerska.
También la escena en que Georg se entera por medio de una llamada telefónica que un buen amigo suyo se ha suicidado. La llamada también la escucha el agente Wiesler, siendo testigo de la reacción del escritor, quien descarga su tristeza-rabia-impotencia tocando en su piano: "Sonata para un hombre bueno", supuestamente de Beethoven (la composición estuvo a cargo del magistral Gabriel Yared (Betty Blue, City of angels, etc) y cuyas partituras se las había regalado Jerska el día de su cumpleaños. El agente se conmueve al escuchar al escritor decir:

