sábado, septiembre 06, 2014
viernes, septiembre 05, 2014
jueves, septiembre 04, 2014
Pablo Ramos - La ley de la ferocidad
Camino por Dorrego hasta el costado del
cementerio de la Chacarita. Paredón y después, paredón. Putas de
cinco pesos, travestis de los que me ofrecen una chupada contra un
árbol o adentro, en alguna de las tumbas. Ellos tienen el acceso
libre, se le sacuden a los cuidadores y los dejan pasar para que
laburen entre los muertos. Nadie te puede joder ahí, debe ser el
único lugar donde nadie te puede joder. Sonisa en la cara. Soy
gentil con las putas y con los travestis. Casas a los costados. Un
Mercedes me interrumpe el paso al salir del garage de su casa. La que
acompaña al que maneja me miras un instante con desolación. Como
voy caminando soy negro. Y si soy negro soy chorro. Estos barrios
fueron obreros pero ahora están de moda. Viven turistas, políticos
artistas, la crema de la crema. Musiquitos que vienen a estudiar
desde el interior y que odian a sus padres gendarmes excepto a la
hora de contar los billetes que reciben por el alquiler de las
picanas. Bailarines de tango que empezaron de grandes, gente de
teatro vocacional, poetas que titulan sus libros de edición de
autor como “Poemario I”, “Poemario II”, Poemario la concha de
tu madre. Como si hubieran llegado del futuro y escribieran copiando
desde los cuarenta y siete tomos de sus obras completas.
(De La ley de la ferocidad. Alfaguara. Buenos Aires 2007)
miércoles, septiembre 03, 2014
Werner Herzog
Santa María de Neiva - Río Cenepa 5/ 7/ 79
(...)
Subida por el Marañón. Antes de la confluencia con el Cenepa hay un pongo muy bello que atraviesa la última cadena montañosa. Cuando llegamos a Orellana, los jóvenes jugaban al fútbol, y con ellos el maestro. El lugar vuelve hoy a tener su nombre indio, Wawaim. Evidentemente, por aquí corren rumores de que planeamos abrir un canal que vaya del río Cenepa al Marañón y que, por lo tanto, los campos se secarán. Un joven de aspecto inteligente y pelo largo me ha preguntado si las películas, o más bien el hecho de ser filmado, puede hacer daño, si puede destruir una persona. En mi corazón la respuesta ha sido que sí, pero le he dicho que no.
(Conquista de lo inútil. Blackie books. España. 2012)
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