El espacio está lleno de
seres trasparentes. El hombre no ve sino lo que ha descendido de la
luz, a la sombra de los cuerpos; pero los intracuerpos, los halos,
las extensiones luminosas de la materia, no las ve. Esa población
nevada trémula, perteneciente al lado inmaterial de la realidad, al
lado irreal de lo material, es el reino por donde vaga y trabaja el
poeta. Que nadie le mire como a ser extraño a la ponderable,
enraizada, realísima corporeidad del mundo; que nadie le mire como a
ser transido en el desapego de lo cotidiano. El poeta, al revés de
lo que se acostumbra a pensar, es el más práctico y el más
utilitario de los seres: nadie como él extrae de la realidad tantas
especies, tantas riquezas y rostros.
RITUAL por ÓSCAR ALONSO PARDO
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Cada cierto tiempo
voy con mi madre al cementerio
y limpiamos la lápida
donde yace mi padre.
Le damos brillo a la muerte
y volvemos andando a casa
hablan...
Hace 1 día


