-¿Qué lugar
sientes que ocupa tu obra en el panorama literario?
-Parte del combustible
para escribir es la inseguridad. Es necesaria, pero debes ponerla en
lo que escribes y no en vos como persona. Eso de "¿soy buen
escritor o no soy buen escritor?", a mí ya se me pasó. Yo sé
básicamente qué clase de escritor soy. En realidad, siempre me han
gustado escritores levemente laterales. Me gusta Giorgio Bassani, en
Italia; Joseph Roth, en Austria; Danilo Kis, en Yugoslavia. Me gustan
tipos que son maravillosos y a lo mejor no son centrales. Si puedo
aspirar a pertenecer a ese club en algún momento, bienvenido sea. Yo
lo único que noto es que lo que escribo le sirve a alguna gente. La
literatura es una entelequia tan rara dentro de tu cabeza, que sentir
que produce algún efecto afuera es un alivio mágico. Darle un buen
viernes a personas que no conoces, haciendo lo que más te gusta, qué
mejor. ¿Que me publique Herralde? ¿Que me lleven al Hay Festival?
Da igual.
(entrevista completa aquí)